El apoyo y la tranquilidad de los adultos es la clave para ayudar a los niños a atravesar un momento traumático.
Los niños y jóvenes pueden enfrentar tensiones emocionales después de un evento traumático como un accidente automovilístico o violencia. Los desastres también pueden dejarlos con efectos dañinos duraderos. Cuando los niños experimentan un trauma, lo ven en la televisión o escuchan a otros discutiéndolo, pueden sentirse asustados, confundidos o ansiosos. Los jóvenes reaccionan al trauma de manera diferente a los adultos. Algunos pueden reaccionar de inmediato; otros pueden mostrar signos de que están pasando por un momento difícil mucho más tarde. Como tal, los adultos no siempre saben cuándo un niño necesita ayuda para sobrellevar la situación. Esta hoja de consejos ayudará a los padres, cuidadores y maestros a conocer algunas reacciones comunes, responder de manera útil y saber cuándo buscar apoyo.
